Sobra y falta alguien, si pudiese preguntar la niña ¿y mamá?
Por: Federico Rodríguez
Dice la Razón que en una votación de 10 contra 7 se ha condenado a Francia a admitir la adopción de un niño por una pareja de lesbianas. Anteriormente Francia había negado esa adopción.
La sentencia habla de dsicriminación en la prohibición de adoptar. ¿Si quieren adotar por qué no? Una razón que adujo Francia para negar ese derecho es la falta de referente paterno. Y es claro que los derechos del niño implicarían que en caso de poder elegir ese es un argumento válido. Sin embargo si se determina que mujeres solteras u hombres puedan adoptar es claro que la falta de referente de varón se da... como se da en el caso de viuda o viudo. Y en Francia la adopción por solteros está permitida. Otra razón, más de peso, está motivada en el voto negativo de alguno de los jueces: "la conducta o la relación homosexual puede influir negativamente en la persona adoptada"... ese argumento lo manifestó también un juez español en alguna ocasión. Y tiene su razón de peso si esas conductas son claramente manifiestas y también, sobre todo en el caso de varones, la promiscuidad y la inestabilidad de ese tipo de uniones. La falta de estabilidad y la conducta escandalosa podrían motivar negar esa adopción... pero también podría servir para negar la adopción a un matrimonio real que fuese una pareja de drogadictos, o él un chulo y ella su compañera. Es claro que el ejemplo de Francia abre un referente para los tribunales que juzguen sobre la adopción. El bien de los hijos y orientarlos a la mejor familia es una razón. El análisis de la situación familiar, costumbres y conductas externas de los adoptantes también. Porque, al margen de la condena realizada contra el Estado Francés, lo que es claro es que un niño necesita de un padre y de una madre. Esa necesidad biológica también se debe trabajar en el ordenamiento social, como discriminación positiva a favor del niño. La familia normalmente constituida es la que más y mejor garantizará la formación y el equilibrio emocional del niño. Ver La Razón frid
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