Ciudadanos ideales en un Estado Socialista. Su pensamiento en un cd modificable.
Hay un artículo de la Fundación Burke que quiero citar por su interés, pero en especial una opinión de Miguel Delibes. Curiosamente para él, que sabe lo que significan las palabras: "progresista es pro vida". Por eso los actuales progresistas sólo son unos corruptores de palabras...
Dice la cita de un artículo de Jorge Soley Climent: Delibes, después de manifestarse contrario al aborto, se preguntaba cómo se puede ser progresista y al mismo tiempo estar a favor de aquél. A su juicio, se trata de una posición contradictoria. La clave de la cuestión estriba en lo que Delibes entiende por progresista. Veamos qué escribe al respecto: Antaño, el progresismo respondía a un esquema muy simple: apoyar al débil, pacifismo y no violencia. Años después, el progresista añadió a este credo la defensa de la Naturaleza. Para el progresista, el débil era el obrero frente al patrono, el niño frente al adulto, el negro frente al blanco. Había que tomar partido por ellos. Para el progresista eran recusables la guerra, la energía nuclear, la pena de muerte, cualquier forma de violencia. En consecuencia, había que oponerse a la carrera de armamentos, a la bomba atómica y al patíbulo. El ideario progresista estaba claro y resultaba bastante sugestivo seguirlo. La vida era lo primero, lo que procedía era procurar mejorar su calidad para los desheredados e indefensos. Había, pues, tarea por delante. Leer más aquí Hay aquí varios aspectos a considerar: La naturaleza de las cosas, el sentido ecológico, lleva a dejar vivir... el progresismo debería ser pro vida. El débil es el embrión, el feto, el niño no nacido. La posición de la izquierda debería ser pro vida. El paraíso, la felicidad se alcanza con la paz y el amor. El amor logrado de un embarazo con éxito es una especie de paraíso, parcial, pero paraíso. El paraíso de la izquierda debería ser pro vida. Y si seguimos, los hambrientos del mundo... requieren alimento, no que se les limite su esperanza de futuro que son los hijos. El progresismo debería ser alimento para todos... y pro vida. ¿Qué ha pasado? Que la izquierda miente, que no es progresista, que la palabra es hueca, que lo que buscan es un sistema de control y decisión según el dictado del Estado y, para eso, es preciso insensibilizar ante la vida. La programación de la natalidad desde el Estado, como una función pública, pasa necesariamente por la pérdida de la conciencia del crímen del aborto, y la insensibilidad ante la vida del no nacido y la vida ajena. Ese es el paso para la mecanización de la transmisión de la vida humana y de su posición en el entramado social. Es la robotización del hombre y su más penosa esclavitud... y en el fondo está la muerte de la conciencia para no proteger al más débil de los seres humanos. frid
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