miércoles, abril 12

La búsqueda de la confusión: ahora con un papiro atribuido a Judas Iscariote

Primero fue con la novela, gnóstica y fantasiosa, del Código da Vinci... ahora con una noticia (aparentemente seria) de los arqueólogos de National Geographic sobre el Evangelio de Judas Iscariote como una gran novedad y sin matizar el alcance se su descubrimiento.

Con esta forma de informar se consigue, sobre todo, confundir al iletrado y crear la duda al que algo sabe de esos temas, perdiendo rigor científico y confundiendo la razón de por qué es importante ese documento.

¿Cómo ha estado tanto tiempo oculto un texto de Judas en el que aparece como un actor benéfico en el drama de la pasión?

Valgan estas consideraciones como tamiz para interpretar la noticia del descubrimiento:

Valgan estas consideraciones como tamiz para interpretar la noticia del descubrimiento:


  • Ese texto podría ser una copia del «Evangelio de Judas» citado por san Ireneo de Lyón en su obra «Contra las herejías», escrita en torno al año 185.
  • Podría haber sido escrito por una secta gnóstica, la de los cainitas, que eran eclécticos: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo, de la religión de Irán, de la filosofía griega... y se consideraban un grupo especial, iluminado... todo lo contrario del cristianismo y judaismo que son religiones para la salvación de todos los hombres, en especial de los humildes.
  • El papiro se encontró en una tumba egipcia el año 1978, lo que se hace ahora es conseguir traducirlo.
  • Una traducción de los Evangelios apócrifos, a los que el cristianismo no ha dado valor de revelación, se pueden conseguir en cualquier librería, incluso cristiana. Hay entre ellos textos de distinto valor: unos que por motivos piadosos rellenan los huecos de lo que no se narra en el Evangelio, otros fantasiosos y otros escritos por sectas que se desviaron de la doctrina católica atribuidos a los Apóstoles con el fin de dar realce y antigüedad a sus afirmaciones.

En el caso del Evangelio de Judas Iscariote hay que tener en cuenta que Judas se colgó y murió poco después del prendimiento de Jesús, y el campo en el que se colgó lo compraron los jefes de los judíos "llamándose hasta el día de hoy campo de sangre". Difícilmente Judas Iscariote pudo escribir ese Evangelio.

Para saber más remito a la página web de la BEC.

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