La pose de la vicepresidenta. Su sentida defensa de los inmigrantes.

Cuestación social por los cayucos.

De la Vega tuvo una comparecencia muy sentida ante los medios de comunicación quejándose de la falta de apoyo europeo al problema de la inmigración ilegal; sosteniendo su solidaridad con esos desgraciados; prometiendo ayudas a las Comunidades Autónomas afectadas por su siembra de “sin papeles”; y diciendo que el Gobierno tiene un gabinete ¿de crisis? para resolver ese problema que les desborda.

Sigue el mismo esquema que Narbona con los incendios forestales y echa la culpa a los que sufren los efectos de su mala gestión si bien, para la larga y devastadora duración de los incendios, lo más relevante fue el desmantelamiento de las medidas preventivas del gobierno anterior.

Igualmente los problemas de los inmigrantes se han trasladado a todos los españoles y al gobierno de la Unión Europea que se niega a ampliar las medidas de ayuda para paliar esa inmigración fomentada por el “efecto llamada” o “efecto Caldera”; es decir, el problema de los “sin papeles” deriva de la política “con papeles” del gobierno socialista que tenía prisa en cambiar la realidad española.

La Unión Europea se queja, Italia se queja aún más, y los países de la Unión nos miran perplejos porque no esperaban que el “efecto Caldera” abriese tamaño agujero; hay un refrán que es también una pintura negra de Goya: “con su pan se lo coman”. Y ciertamente es negra la pintura de nuestras playas estos días. Como si se hubiese producido una estampida general hacia el nuevo Paraíso terrenal. Una invasión pacífica que se ha de remediar.

Mientras tanto el Nodo oficial nos muestra las imágenes de la desolación todos los días para hacernos llorar y para que sintamos mala conciencia. Esas imágenes están preparadas para señalarnos a nosotros como culpables; lo que nos falta es que De la Vega anuncie un incremento solidario de los impuestos para poder remediar lo que ellos han causado. Tiempo al tiempo.

Frid