sábado, agosto 26

Reflexiones liberales. la matemática electoral

La matemática electoral.

Todos recordamos un análisis que sacó El Pravda-País cuando ganó las elecciones el partido socialista en 2004. Ahí se decía que había sido decisivo el cambio de voto de un millón de católicos desengañados por la política de Aznar con la guerra de Irak, así como su detonante, claramente preparado con la propaganda previa, del atentado del 11-M.

Posteriormente, y no lo dice el Pravda español, se produce una noche de los “cuchillos largos”, de linchamiento y de abucheo a toda una formación política democrática, al Partido Popular. Presión que se mantiene a pié de urna el día 14 y que se eleva a “lucha de desprestigio” en las mismas sedes donde se votó y se realizó el escrutinio. Incluso se llegó a hacer desaparecer papeletas, a llevar consignas anti-pp entre la indumentaria de los libertarios y se respiraba ya el aire de la revolución bolchevique que encabezó Rodríguez Zapatero.

El Pravda español en su análisis se preguntaba cómo fidelizar ese millón de votos o qué alternativa emplear para mantener el rédito electoral. No se atrevían todavía a mostrar su plan completo: el arrinconamiento de los únicos demócratas, el chantaje ofreciendo carnaza de la piel de toro a los nacionalistas separatistas, el desprestigio sistemático de la Iglesia, la creación de una mayoría “laica, atea y progresista”, y el acercamiento a las posturas populistas republicanas.

Pero España no está sola, está dentro de la Unión Europea, es un país libre y circula la información y la opinión. Se monta una defensa numantina y surgen manifestaciones de miles de personas, algunas de más de un millón; los cristianos reaccionan también y apoyan la visita de Benedicto XVI con más de un millón de personas en Valencia; y se nota que los efectos deseados tardan en llegar. No logran implantar la sofronizante cultura oficial de una inteligentzia del más rancio siglo XIX.

Saben que han enconado a los españoles, que han tensado la cuerda más de lo que se debe pensar, que ese millón de votantes los han perdido durante mucho tiempo, que Rodríguez Zapatero es para muchos un nuevo Lenin español. La extrema izquierda ha copado el Partido Socialista que ha abandonado el centro definitivamente.

Saben que quien no se hace con el centro acaba perdiendo el poder en España, si bien hay un tonto, Ruiz Gallardón, que se les ha arrimado tanto que es el “candidato no querido por nadie de su partido”, una verdadera joya, un regalo perfecto al enemigo.

Conclusión: Se trata de incorporar al voto a más de dos millones de emigrantes, acelerar el proceso llamada, mientras se dice lo contrario, modificar la ley electoral para dominar con ellos los ayuntamientos, y alterar el mapa del electorado español en menos de cuatro años.

Frid

1 comentario:

Ignacio dijo...

Las matemáticas sólo son (o se han convertido en) una fomra de justificación de actitudes; y nada mas