martes, agosto 29

Correo desde el Infierno. Diálogos con Dam Brown

Quejas de un gnóstico en el Infierno.

Estimado Dam Brown: no sabe cuanto le envidio por su éxito terreno. Ya me ha dicho Lucifer que, si sigue así, aquí después nos veremos. Pero qué buena vida terrena la suya comparada con la mía. Nosotros, cuando escribimos el Evangelio de Judás, el de Tomás y todos esos que usted cita, habíamos elaborado una teoría según la cual el cuerpo era perverso. De hecho inventamos que Cristo, un eón espiritual y superior, se había encarnado para hacer sufrir esa carne derivada de la fuerza del mal. Por eso veíamos con muy malos ojos las alegrías del matrimonio y eso de la procreación.

En algo coincidimos con ustedes, y es que si pueden no tienen descendencia, a la menor tara se cargan a los productos de la carne, pero discrepamos en que nuestra religión era tan espiritual que ahora la considero triste. Lo pasamos mal ahí en la tierra y volvemos a sufrir con Lucifer en el infierno. Nos ha tocado todo lo malo.

Su gnosticismo, al margen de que sea un invento; usted lo llama superación, es mucho más divertido. Se ha traído a la diosa Afrodita, la ha vestido de todo goce placentero, y nos la ha colado como el gnosticismo auténtico. Así, de placer en placer, se van acercando al dios carnal, que para nosotros era el perverso, pero que a usted le ha proporcionado fama y dinero.

En el fondo ahora lo entiendo. Nosotros inventamos el dualismo y elegimos lo más puro, así nos fue: desgraciados en ambos mundos. Ustedes eligieron del dualismo lo más sucio y, mientras la salud les dure van pasando la vida entretenidos.

¡Ah, si lo hubiésemos pensado más atentamente! El diablo nos llevó, en nuestra soberbia a intentar superar a las estrellas. Y volamos en mundos fantásticos, en placeres soñados, en colores etéreos a la caverna de Pepe Gotero. A vosotros, el mismo individuo os incitó a otra soberbia más antigua, la de abajaros al mundo de los simios y demás animales, regidos por vuestros instintos... y cavando hacia abajo, os tiene en su casa más seguro.

Un gnóstico engañado

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y sigue haciendo negocio jugando con los sentimientos:

El Código da Vinci con fines benéficos.


El viernes pasado, se daba la noticia en el Pirineo Aragonés de la proyección de una película en nuestra ciudad de Jaca, cuyos beneficios iban a ser destinados para ayudar a Guatemala. Todo lo que se sufre en aquél país es verdaderamente una realidad que nos debería al menos hacernos reflexionar. Sin embargo, deberían usarse, para conocer dicho país y otros, películas que nos acerquen al mismo; al menos documentales que nos enseñen el dolor de los países subdesarrollados, y no una películas como El Código da Vinci, que no narra nada verdadero, sino que, confundiendo la realidad y la ficción, lleva al espectador por el sendero de la confusión; es decir, lo contrario a cómo debería ser el enseñarnos Latinoamérica verdaderamente.

José Antonio Calvo

Ignacio dijo...

Aprende novato:

Vas a ésta web de abajo, le vas dando a f5, y cada vez te sale una novela nueva de dan borwn
Se que te gusta. Mola

http://probar.blogspot.com/

frid dijo...

Ya he publicado varias novelas como Dam Brown desde tu enlace. Mola mucho una en la que aparece el Congreso de los Diputados y se titula: "El secreto de la cordura". Abajo de la foto hay un barrendero recogiendo una deyección de los leones que están de un rojo subido. Y, mirando desde una ventana está "sonrisas" con antifaz.