LOS ESTADOS DEBEN PROTEGER A LA FAMILIA FUNDADA EN EL MATRIMONIO:
El Papa recibió el sábado 13 de mayo a los participantes en la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, que conmemora sus 25 años de fundación.
Benedicto XVI recordó que "la familia fundada en el matrimonio constituye un "patrimonio de la humanidad", una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto atañe a creyentes y no creyentes. Es una realidad que todos los estados deben tener en la máxima consideración, porque como le gustaba repetir a Juan Pablo II, "el futuro de la humanidad se fragua en la familia".
Tras poner de relieve que actualmente aumentan las separaciones y divorcios, "que rompen la unidad familiar y crean muchos problemas a los hijos, víctimas inocentes de estas situaciones", el Santo Padre alentó a salvaguardar la estabilidad de la familia, "yendo contra corriente", con "paciencia, esfuerzo, sacrificio y búsqueda incesante de comprensión mutua". Los cónyuges, continuó, pueden superar las dificultades y ser fieles a su vocación "recurriendo a la ayuda de Dios mediante la oración y participando asiduamente a los sacramentos, en particular, a la Eucaristía. La unidad y la solidez de las familias ayuda a la sociedad a respirar los valores humanos auténticos y a abrirse al Evangelio".
Benedicto XVI se refirió al tema "hoy tan delicado, como el del respeto debido al embrión humano, que tendría que nacer siempre de un acto de amor y ser tratado ya como persona. Los progresos de la ciencia y de la técnica en el ámbito de la bioética se transforman en amenazas cuando el ser humano pierde el sentido de sus límites, y en práctica, pretende sustituir a Dios Creador". En este contexto, recordó que la encíclica "Humanae vitae" de Pablo VI afirma que "la procreación humana debe ser siempre fruto del acto conyugal, con su doble significado unitivo y procreador".
"El "eros", degradado a puro "sexo" -dijo citando la encíclica "Deus caritas est"-, se convierte en mercancía, en simple "objeto" que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía. (..) En realidad, nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano". Gracias a Dios, hay muchos, especialmente jóvenes, que están volviendo a descubrir el valor de la castidad, que es cada vez más una segura garantía del amor auténtico".
El Santo Padre afirmó que "el momento histórico que estamos viviendo exige a las familias cristianas que den testimonio con valiente coherencia de que la procreación es fruto del amor. Este testimonio estimulará a los políticos y legisladores a salvaguardar los derechos de la familia. Sabemos que se están buscando soluciones jurídicas para las llamadas "uniones de hecho", que aun rechazando las obligaciones del matrimonio, pretenden gozar de derechos equivalentes. Además, a veces se quiere incluso llegar a una nueva definición del matrimonio para legalizar las uniones homosexuales, atribuyendo a éstas el derecho a la adopción de hijos".
El Papa concluyó invitando a todas las diócesis a participar con sus delegaciones en el V Encuentro Mundial de las Familias, que se celebrará en julio próximo en Valencia (España).
VIS 060515 (530)
En el fondo... sentido común y práctico... favorecer lo mejor para la sociedad.
lunes, mayo 15
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario