Hoy he leído un artículo de Ignacio Sánchez Cámara sobre “El Corazón de Europa” en La Gaceta de los negocios.
En ese artículo comenta una declaración de Zapatero en la que nos anunció que “devolvería a nuestra Nación al corazón de Europa”. De hecho intentó cambiar el eje estratégico de Aznar que tan bien nos iba por el del eje franco-alemán que vieron como el niño se les acercaba todo ufano, sonrieron y miraron a otro lado: son cosas de niños.
Pero es que ahora nuestro corazón no está en Europa, sino con el Islam al que bendecimos y contra el cristianismo al que reprobamos; con el eje dictatorial de los bullangueros Castro, Chaves y Morales y contra el imperio americano; con todos los desvalidos del mundo sin ser la más poderosa de las naciones de la tierra. En definitiva: dando golpes de ciego.
Pero, pasando al artículo del señor Camacho. En el artículo se nos muestran dos de las direcciones por las que va Europa: Benedicto XVI en Auschwitz y Birkenau rindiendo homenaje a las víctimas del nacional-socialismo alemán que al preguntarse sobre el silencio de Dios, se respondía que fue más bien la culpable sordera del hombre, la de construirse mundos de elegidos, del nuevo hombre que –necesariamente- es excluyente, jugando con la mezcla explosiva de la libertad, libertad para hacer el mal, para ignorar a Dios.
En otro punto sitúa a Ángela Merkel, la canciller alemana, que vuelve a defender la necesidad de definir los límites de Europa y preservar sus raíces cristianas.
Pero es que hay aún más: Romano Prodi llamando la atención a sus ministras en temas clave como la unión de homosexuales y los supuestos del aborto: “no podemos legislar contra la sensibilidad de nuestros ciudadanos, de los que hay una mayoría de católicos”. O el mismo Toni Blair aprobando la ayuda estatal a la enseñanza privada, incluida la religiosa con la mayoría de los votos de su partido y los de los conservadores. O la del ex-presidente del Senado Italiano, Marcello Pera, instando a retomar las raíces cristianas de Europa. Y así en un ramillete tenemos a los países más influyentes de la antigua Europa, por no citar a los nuevos miembros, bien escarmentados de la reciente experiencia de un estado ateo y comunista.
Por contraste, aparece hoy Jesús Caldera subvencionando un congreso gay en la ciudad del Turia para contrarrestar las voces en defensa de la familia que el Papa pronunciará en Valencia unos días antes. Es lógico que cada uno apueste por su propio modelo.
No es que en España vendamos diversidad, vendemos relativismo ético lo que traerá enormes consecuencias, porque no todo lo que ofrecemos es equivalente ni merece los mismos apoyos del gobierno.
Europa, parece, va entendiendo.
miércoles, mayo 31
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1 comentario:
Sanchez Camara ha abandonado el ABC (sabia decision), como Trias Sagnier, Alfonso Ussia, Carrascal, Federico Jimenez Losantos, Lorenzo Contreras, Maria Peral.....
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