viernes, mayo 26

Zp tiene mucho que aprender en el talante.


En Italia Prodi llama la atención a sus ministros después de unas declaraciones que han molestado al Vaticano, en España es al mismo Zapatero al que hay que apaciguar .

Y es que Prodi es un veterano en la política y sabe bien que no adelanta nada enfrentándose al Vaticano, y es que, también, es consciente de que Italia no es Suecia, que tiene que gobernar un país de mayoría católica y no puede ir enemistándose con sus ciudadanos.

Ciertamente los líderes de izquierdas europeos tienen mucho que enseñarle a Zapatero, en especial Blair y Prodi. Ambos saben que no pueden legislar contra sus ciudadanos, que deben contar con ellos.

Todos son progresistas, pero no todos avanzan en la misma dirección. Unos se empeñan en que su país siga siendo un modelo de convivencia y fomentan medidas sociales, incluso como en Gran Bretaña. Otros progresan en el arte de crear conflictos en la sociedad civil, avivando el fuego de antiguas rencillas y resucitando los fantasmas del pasado.

Prodi recuerda a sus ministras inquietas que se muerdan la lengua antes que hablar, que no pueden ir por libre, que no le alteren el corral. Zapatero no escucha a las aves alteradas que le piden, por millones, que nos de otro modelo de enseñanza de calidad donde se respete la libertad del ideario y de la elección del centro, que respete la vida, que no confunda el matrimonio con otras cosas.

Uno apacigua, el otro aviva la beligerancia de la progresía del eslogan y la rabia contenida.

No sabemos cómo acabará el rifirrafe de Prodi con sus ministras, lo que sí parece es que el talante de uno debería trasladarse al hispano para ver si le contiene esos ramalazos de irse al monte como las cabras.

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