Buen artículo el titulado "Grandes simios y pequeños hombres", de José Miguel Serrano en ABC
Y es que hay mucho de lo que hablar sobre los simios, sin exagerar la cuestión.
Los científicos materialistas buscan la solución meramente material al fenómeno de la inteligencia... el hombre no es mas que un animal racional... y buscan compararse con el animal más semejante... por su forma, cromosomas, genes, ADN, etcétera... siguen los pasos de Descartes buscando el alojar del alma humana en la glándula pineal.
La cuestión que produce ampollas es otra... se protege un ser que tiene un 99% de común con nosotros en genes, pero se pasan (nos superan en cromosomas, aunque sea sólo por dos)... pero en eso de comparar el embrión tiene el 100% de nuestros genes y el mismo número de cromosomas... luego él sí que merece nuestra protección, porque él sí que es una persona humana, más (por supuesto) que el más aventajado de los simios.
Una vez que se llega a ese punto en común, a nadie le parece mal que, como señal de buenos sentimientos no se maltrate a los animales, pero sin exagerar hasta considerarlos humanos o nuestros parientes próximos... antes de ello hagamos embalses para abastecer de agua potable y regadío en los países del tercer mundo, fomentemos la verdadera democracia en todos los pueblos, la libertad religiosa, y otros derechos humanos conculcados en tantos países.
Quitemos la mota de polvo del ojo ajeno, pero antes la viga del ojo propio... deroguemos la ley que permite matar a seres que tienen con nosotros el 100% de cromosomas y genes.
Federico R. de Rivera
miércoles, mayo 3
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