viernes, mayo 5

Algo huele podrido en La Moncloa


Hamlet, el príncipe de Viana, siente que algo no va bien en el reino de su padre Zapatero.

Zapatero le afirma una y otra vez que Navarra no se toca, que él no ha pactado con nadie, que no ha traicionado la memoria de su madre (la difunta Constitución del consenso)

Mientras Batasuna-ETA, la nueva madrastra (aquí se modifica el drama shakesperiano) afirma una y otra vez que Nafarroa tiene motivos para estar preocupada... porque se la come con patatas en esa nueva realidad inventada por los nacionalistas y nunca existente de euskal herría.

El bueno de Hamlet siente su lealtad traicionada... y pregunta a su tutor Polonio, chambelán del reino y ministro del interior. Polonio, como siempre, capaz de decir al mismo tiempo que lo blanco es negro y lo negro es blanco, que va ha llover, que va a salir el sol, que empeora o mejora el tiempo (y todo a la vez), tranquiliza a Hamlet... mientras que le prepara una bebida adormidera extraída del saquito de veneno de la serpiente Zp.

"Por error" ese saquito de veneno cae en los depósitos de los que se abastece la nación española a través de su grupo mediático de opinión

España queda adormecida, ocasión que el Rey Zp aprovecha para susurrar al Príncipe que todos esos atentados, extorsiones, robos, algaradas y demás follones que se producen en la ciudad del príncipe de Viana no son mas que ensayos de un grupo de cómicos que se preparan para celebrar adecuadamente el cumpleaños de su alteza.

Mientras tanto los grupos armados de la malvada madrastra, los que no entregaron las armas, van tomando posiciones en la frontera del principado para un rápido asalto a la capital de Navarra... un extraño olor llega a los oídos de Hamlet, da la alerta pero no logra nada, salvo exclamar su famosa frase "algo huele podrido en la Moncloa".

La población sigue adormecida por el veneno de la serpiente, vertida "por error" por Polonio, lo que impide que reaccione de alguna manera, dejando toda la nación desprotegida.

Hamlet se desespera, ofrece los derechos al trono a cambio de la lealtad de su padre para mantener los privilegios navarros... todos los demás: Zapatero, su serpiente, Polonio, la madrastra... y el cómico de la corte (el bigotudo Carod) le intentan tranquilizar: no pasa nada, confía en mí, ves alucinaciones, es el malvado Aznar (rey destronado que se refugia en el seno de la malvada América) quien te altera.

Aquí viene la escena de la ventana: Zapatero le enseña a Hamlet el panorama de armonía que se divisa desde la ventana principesca de la Moncloa: alianza de civilizaciones, apoyo internacional a los que cayeron, construcción de príncipes a rayas en la lejana Bolivia, petróleo gratis, reconocimiento internacional de zulúes y pigmeos... todo un panorama de grandeza.

Mirando desde la ventana, Hamlet divisa una espesa niebla.

El resto de la obra... se entiende que es un drama... no acaba bien: Hamlet pierde Navarra, Zapatero pierde España, los vascos caen bajo el poder de una dictadura de mafiosos y extorsionistas, y los españoles, cuando se despiertan, se ven desnudos y sin casa.

Federico R. de Rivera

2 comentarios:

Charo Palacios dijo...

JA,ja,ja vaya una versión de Hamlet!. Por cierto es mi obra favorita de Shakespeare.

¡Ah!, ¡estás nominado! pasa por mi blog para saber mas ;)

Un abrazo.

Claudedeu dijo...

Mientras ZP siga en Moncloa, seguirá oliendo a podrido. Y es que un Presidente que se baja los pantalones y pone el culo en pompa ante los terroristas, es digno cuanto menos de estar encerrado de por vida en una prisión de alta seguridad para que no vuelva a hacer niguna pallasada más. Yo me pregunto, ¿llegará a los cuatro años de legislatura, teniendo en cuenta que aún le quedan dos? Si en dos años ha sido capaz de desmantelar España con reformas estatutarias innecesarias, insultos al género humano aplicando los mismos derechos a los simios, humillando a 11 millones de españoles votantes del PP, intentando controlar hasta el mínimo resquicio de la Justicia y medios de comunicación, contentando a separatistas y terroristas con la división de España... ¿cómo es posible que no reaccionemos de una vez por todas y saquemos a la fuerza a ese Presidente de su sitio? Ya está bien de que nos tomen el pelo.