viernes, septiembre 1

De Sándor Márai. La fuerza de un estafador.

La fuerza de un estafador.

Diálogo de la familia de Eszter en “La herencia de Eszter” de Sándor Márai:

Nunú (que es la sabiduría) opinó:

- “Tened cuidado, porque viene por dinero. Sin embargo, conseguirá lo que quiere, por mucho cuidado que tengáis. Tibor le volverá a dar dinero.
- ¡Qué va! ¡No le volverá a dar ni un céntimo! - declaró Tibor, riéndose, moviendo la cabeza para negar.
Nunú se encogió de hombros.
- Claro que sí. Como la última vez. Algo. Un billete de veinte, por lo menos. Algo hay que darle.
- Dime, Nunú, ¿por qué? – preguntó Laci, con una profunda admiración y con envidia.
- Porque él se el más fuerte – respondió Nunú con indiferencia. Y regresó a la cocina”.

Y ciertamente Tibor fue el primero que le dio una moneda de veinte y sin rechistar. El estafador era un embaucador ante el que se doblegaban las voluntades. Actuaba siempre, con naturalidad, sin ensayar en el espejo.

Y, cuando no llegaba el fruto por las buenas, sabía enfrentar a las personas con sus sentimientos más encontrados.

¿La paz? Y hoy vas al Líbano de voluntario. ¿La responsabilidad ante los desastres naturales? Y ayer quemaste por negligente gran parte del bosque gallego. ¿La eficacia de la obra pública? Y tiraste las casas humildes del Carmel por cicatería en los ensayos. ¿La independencia de los órganos consultivos del Estado y de los expertos? Y si alguien resiste es porque todavía no has logrado removerle.

Pero los españolitos son como Tibor, prestos a darle los veinte euros para que atienda el problema que ha generado con los inmigrantes.

En definitiva, el estafador ha logrado convencer que el causante del mal es el estafado.

frid

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