lunes, septiembre 18

Una de fantasmas: la extrema derecha de Rodríguez Zapatero

La dialéctica: el arte de los demagogos.
Los demagogos: los tiranos de la democracia.
La mentira: el arma de los demagogos.
Rodríguez Zapatero: el artista consumado de la mentira.

Ansias tiene nuestro presidente de encontrarse con los fantasmas del castillo. Continuamente apela su presencia: ¡aparécete, fantasma de la extrema derecha!


Ve síntomas en toda opinión divergente con la suya, con la visión de “partido único”, de “relativismo ético”, de “gestión incuestionable”. Si hay un incendio en Galicia fruto de su mala gestión y alguien protesta: ¡eh ahí la extrema derecha! Si alguien le dice que el efecto llamada es un fracaso de la política de inmigración del señor Caldera: ¡la extrema derecha no hace mas que incordiar! Que alguien quiere saber las causas del socavón del Carmel en Barcelona, las razones de la OPA de Gas Natural, el perdón de la deuda del PSOE catalán, es que la extrema derecha sólo busca confundir.

Su obscurantismo en la negociación con ETA, antes y después del once de marzo, su aproximación política a la extrema izquierda más radical, como dice Prodi, le ha llevado a ver ahí, en la lejanía, al centro político, como muy, muy, muy a su derecha.

Debería contestar Rajoy con más contundencia a ese alevín de leninista, a ese abanderado del radicalismo, a ese enamorado de la yihad del radicalismo islámico, a ese carbonario de nuevo cuño.

Al fin y al cabo, Rodríguez Zapatero se ha convertido en un nuevo paradigma de la izquierda radical; esa ha sido su trayectoria política desde que emergió de la mediocridad a la que nos tenía acostumbrados en el parlamento español. Y, ahora, dentro del agujero todo el que le pida que gobierne bien, que gobierne para todos, que gobierne con la máxima transparencia, es el fantasma de la extrema derecha.

Sin razones, le queda a nuestro presidente la dialéctica típica del marxismo radical: Insultos que descalifican al oponente, pero que no contienen ni un ápice de verdad.

frid

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